“Pensé que se iba a notar que era un tratamiento. Nadie lo ha notado. Y yo me siento brutal.”

“Me alejaba por inseguridad. Ahora tengo más confianza hasta para conocer a alguien.”

“Antes evitaba mirarme de frente. Ahora no dejo de verme. Me devolvieron seguridad.”

“Probé fibras, shampoos, cortes tapando entradas… esto fue lo único que me dio resultados reales.”

“Siempre escondía mi frente en las fotos. Hoy la enseño sin miedo. Hasta poso de lado.”

“Pensé que no valía el gasto. Hoy digo que es lo mejor que he Hecht por mí en años.”

“Trabajo cara a cara con clientes, y sentía que no proyectaba confianza. Eso cambió por completo.”

“Me sentía incómodo cada vez que me recortaban la parte frontal. Hoy voy tranquilo y seguro.”

“No me la quitaba ni para dormir. Ahora ni me acuerdo que tengo gorras. Me liberé.”

“Tenía 32, pero me veía de 45. Ahora me dicen que parezco de 28. Volví a mi edad real.”

“Me subió la autoestima. Ya no importa cómo me peine… no se me ven las entradas.”